16 marzo, 2016

Leche frita con salsa de toffee




La Semana Santa ya la tenemos a la vuelta de la esquina.
Nazarenos a babor y a estribor, tambores, procesiones y muchos, muchos dulces...
Y entre todos ellos, uno de los más típicos es, sin lugar a dudas, la leche frita.
De norte a sur, de este a oeste, raro es el lugar donde no se prepare.
En este caso os la traigo de una manera diferente.
Si por sí sola está de muerte, con una base de salsa de toffee conseguimos que hasta el más ateo se convierta, empiece a adorar a todos los santos y se apunte incluso al seminario.
Bueno, esto son burradas que yo os cuento, pero vaya, que se os saltan las lágrimas, eso seguro.
Ahora, ya no sabría deciros si se os van a saltar de la emoción o de no poder parar y saber que luego va a haber que saltar de encima del armario para que entren los pantalones...
Ahora, no hay nada que no solucionen unas buenas deportivas. 
Eso sí, no metidas en la caja ni en el zapatero, sino calzadas :D
 Pero si de vez en cuando no nos damos esta clase de caprichos, apaga y vámonos.
Oye, que la vida está para disfrutarla.

Dificultad:
 menor que vestirse de nazareno.
Tiempo de preparación aproximado: unos 30 minutos + dejar enfriar la crema de un día para otro + freír y rebozar.
Raciones: 15-20 porciones aprox. 

INGREDIENTES

Para la leche frita:
  • 1 litro de leche semidesnatada (o entera)
  • 1 palo de canela y una corteza de limón
  • 120 g. de maizena
  • 120 g. de azúcar
  • 1 yema
  • 1 cucharada de desayuno de mantequilla (una nuez)
Para la salsa de toffee:
  • 3 cucharadas soperas de azúcar colmadas
  • 1 cucharada sopera de agua (para que tenga un poco de humedad)
  • 200 ml. de nata para montar (a temperatura ambiente)


PREPARACIÓN

De la leche frita:
  1. Del litro de leche apartamos un vaso para luego disolver algunos ingredientes. El resto lo ponemos en un cazo.
  2. Ponemos la leche a fuego medio con la nuez mantequilla, el palo de canela y la corteza de limón. Cuando rompa a hervir apartamos del fuego, tapamos y dejar infusionar unos 15 minutos.
  3. Pasado ese tiempo lo colamos y volvemos a poner a calentar.
  4. En el vaso de leche que habíamos reservado disolvemos la maizena, y añadimos el azúcar y la yema. Mezclamos bien.
  5. Una vez empiece a hervir el contenido del cazo añadimos la leche con la maizena, el azúcar y la yema. Con una varilla de mano vamos removiendo hasta que espese. Ojo, es mejor que tengáis el fuego suave, ya que aparte de que os va a salir más buena, si se os llegara a pegar os arruinaría el sabor.
  6. Llegado este punto lo vertemos en un recipiente rectangular. Para saber qué recipiente escoger, tenéis que tener en cuenta que nos tendrá que quedar una crema de una altura de unos 2 cm., pero eso ya va al gusto, hay personas que les gusta más fina y otras más gruesa. Cubrimos enseguida con un film transparente que quede en contacto con la superficie para que no nos salga "costra".
  7. Tenemos que dejar que se enfríe del todo. Mínimo unas 2-3 horas. Pero mejor que dejéis que se temple y una vez templado lo guardéis en la nevera hasta el día siguiente.
  8. Una vez frío cortamos directamente las porciones en el recipiente, sacándolas con cuidado de que no se nos rompan, a rectángulos, cuadrados, con forma circular (usaremos un cortapastas), al gusto de cada uno.
  9. Pasamos por huevo y pan rallado muy fino, en este orden (yo no lo paso por harina).
  10. Freír en abundante aceite a fuego medio-alto hasta que las porciones queden doraditas.
  11. Ponemos en un plato con un papel absorbente en la base para que absorba el exceso de aceite.
  12. Como yo lo iba a emplatar con la salsa de toffee me salté el último paso, pero si las vais a servir tal cual, ponéis en un bol azúcar con una cucharadita de canela y las rebozáis. 
  13. ¡Listo!
De la salsa de toffee:
  1. Ponemos a calentar en un cazo el azúcar y el agua. Vamos removiendo hasta que se forme el caramelo, es decir, hasta que el azúcar se funda y vaya tomando color. Tened cuidado que no se os queme o amargará.
  2. Ponemos la nata en una jarrita y la metemos en el micro unos 30 segundos para que al verterla sobre el caramelo, el contraste de temperaturas sea lo menos diferenciado posible.
  3. Una vez tengamos el caramelo listo apartamos por precaución el cazo del fuego y vertemos un poco de nata. Tened cuidado en este punto, ya que con el contraste de temperaturas el caramelo sube y os podría quemar.
  4. Volvemos a poner al fuego y vamos vertiendo poco a poco el resto de la nata. Removemos hasta que quede una mezcla homogénea con un color dorado. 
  5. Esta salsa de toffee no queda muy densa, sino más bien cremosa y ligera. (Si queréis obtener una salsa de toffee densa, para otro tipo de elaboraciones, sólo tenéis que duplicar la cantidad de azúcar, en lugar de 3 cucharadas ponéis 6)
  6. La podeís comer templada o fría, al igual que la leche frita, así que reserváis la salsa en una jarrita para facilitar la dosificación y ya emplatáis cuando mejor os venga.
DE ESTA RECETA TE INTERESA SABER...

Congelación: No.
Conservación: Tanto la leche frita como la salsa aguantan perfectamente en la nevera 2 ó 3 días.

    1 comentario:

    1. BUENOOOO!!,,que blog tan bonito!,,sencillo como a mi me gusta,y con recetas estupendas!..
      yo reconozco que soy un desastre,visito muy poco los blogs,no por nada,es que me da pereza hasta el mio,pero,me gusta devolver las visitas siempre que puedo.
      un besazo!!

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