Este bizcocho ya hace tiempo que lo voy viendo por la blogosfera y desde luego que es la bomba. Cada uno lo vamos adaptando a nuestros gustos y le añadimos o le quitamos alguna cosilla, pero en esencia es el mismo. Lo que pasa con este bizcocho al introducirlo en el horno es alucinante: con el efecto del calor, se separa él solito en 3 tipos de texturas diferentes. La inferior queda como una especie de pudding, la intermedia tipo flan y la superior como un bizcocho...
Conclusión: maravilloso. Fijo que se convierte en uno de los imprescindibles de vuestra cocina.
Dificultad: Mínima
Tiempo de preparación aproximado: 15 min. preparación + 60 minutos de horneado
Raciones: 14-16
Molde: yo he utilizado uno rectangular de 25x23cm y ha quedado muy fino y, aunque menos, también se aprecian las 3 capas en las que se separa. Con este grosor queda delicioso, incluso cortado a cuadraditos para servir con el café. Si lo queréis más grueso, yo os recomiendo que lo hagáis en un molde desmoldable de los que gastamos para las tartas de 23 ó 26cm., porque ATENCIÓN: este bizcocho NO se puede desmoldar de la manera tradicional (es decir, que no le podemos dar la vuelta).
INGREDIENTES
- 4 huevos (4 claras + 4 yemas) a temperatura ambiente
- 1/2 litro leche tibia
- 125g. mantequilla sin sal
- 100g. azúcar
- 110 harina de repostería
- ralladura de 1 limón
- 1/2 cucharadita de café de esencia de vainilla (en polvo), o en su defecto 1 cucharada sopera rasa de azúcar avainillado
- azúcar glass y azúcar avainillado para decorar