30 septiembre, 2015

Tarta de queso & naranja






Como bien sabéis los que me seguís desde hace tiempo, soy la repostera oficial en mi familia.
 Así, sin votos ni nada. Papel adjudicado y punto. 
Por tanto, cumpleaños que viene, allá que voy yo con la tarta.
Pero en este caso no me ha hecho falta ir a ningún sitio, porque ésta que veis la elegí para el mío propio. Y no me digáis, que aunque la gran mayoría seamos hiper chocolateros (siempre queda algún alma descarriada que no lo es), después de una copiosa comida de cumpleaños, apetece que no veas un postre refrescante que rebaje los millares de calorías ingeridas anteriormente.
Me hace gracia, porque a medida que van sucediéndose los platos, vemos cómo disimuladamente alguno que otro ya va buscando el botón del pantalón para desabrocharlo, previo peligro de sacarle un ojo al de enfrente. ¿Es o no? Es que no tenemos remedio, es llegar una comida "festiva" y tragar como si no hubiese un mañana. Pero ojo, que no todo el monte es orégano. No todo el mundo es igual de agradecido. Que siempre está él o la tocapelotas al que no le gusta nada...¡Santo dios! 
A estos los montaba yo en una lancha motora camino "La Selva" y después de una semana haciéndose los duros ibas a ver tú cómo trepaban por el cocotero y se comían el coco a mordisco limpio. Piel y todo.
Pero volviendo a lo que nos atañe, pocas tartas he probado tan refrescantes como esta.  
Yo la congelé unas horas y "tipo helado" no veáis cómo estaba...
Indescriptible.


Dificultad: Para los iniciados en tartas, muy fácil. Para los novatos o manazas sin remedio, media.
Tiempo de preparación aproximado: de las que se preparan de un día para otro.
Raciones: 14-16
Molde: 23 cm. desmoldable + otro un poco más grande para hornear la base de bizcocho.

INGREDIENTES

Para la base de bizcocho:
  • 3 huevos "M" a temperatura ambiente
  • 60 g. de azúcar
  • 60 g. de harina de repostería
Nota: los que en lugar de una base de bizcocho queráis preparar la típica base de galleta, la podéis sustituir sin problema, también queda muy bien. La proporción de ingredientes que yo utilizo en estos casos es: un rulo de galleta (unos 200 g.) y 70 g. de mantequilla.

Para la crema de naranja:
  • 200 ml. de zumo de naranja
  • 80 g. de azúcar
  • 2 huevos "M"
  • 15 g. de maizena
Para la crema de queso con naranja:
  • 600 g. queso crema (tipo Philadelphia)
  • 200 ml. de nata
  • 120 g. de azúcar
  • zumo de 1 naranja
  • la ralladura de 1 naranja
  • 6 hojas de gelatina de 2 g. cada una
Para la cobertura:
  • 125 ml. de zumo de naranja
  • 100 ml. de agua
  • 25 ml. de Cointreau (opcional)
  • 2 cucharadas soperas de azúcar
  • 2 naranjas a rodajas (sin la piel y la parte blanca)
  • 2 hojas de gelatina de 2 g. cada una

PREPARACIÓN

De la base de bizcocho:
  1. Precalentamos el horno a 180º, en la posición "arriba y abajo".
  2. Separamos las yemas de las claras y ponemos cada cosa en un bol.
  3. Con las varillas eléctricas montamos las claras a punto de nieve y reservamos.
  4. Batimos las yemas con el azúcar un par de minutos hasta que la mezcla blanquee. Incorporamos la harina tamizada y mezclamos con una espátula o varilla de mano suavemente.
  5. Añadimos las claras montadas y mezclamos con movimientos envolventes para que no se nos bajen.
  6. Engrasamos el molde con un poco de aceite de girasol o mantequilla. Vertemos la masa y alisamos bien con la espátula.
  7. Introducimos en el nivel medio del horno y horneamos unos 20-25 minutos, o hasta que veamos que ya ha cogido un tono dorado.
  8. Una vez hecho, sacamos y dejamos enfriar por completo (se enfría enseguida).
De la crema de naranja:
  1. En un cazo ponemos el azúcar y el zumo de naranja. Lo ponemos a fuego medio hasta que empiece a hervir.
  2. Mientras tanto, batimos los huevos con la maizena, bien con una varilla de mano o con la túrmix. Ojo que no os queden grumos. Tiene que quedar todo bien mezclado.
  3. Retiramos del fuego el contenido del cazo y vertemos poco a poco los huevos y la maizena batidos. A la vez que vertemos tendremos que ir removiendo para que no cuaje.
  4. Volvemos a poner el cazo al fuego y vamos removiendo hasta que espese. Cuidado que no hierva la mezcla o podrían saliros grumos. Si esto sucede, con pasar la mezcla por la túrmix, asunto solucionado.
  5. Apartamos del fuego y dejamos enfriar mientras preparamos la crema de queso y naranja.
De la crema de queso y naranja:
  1. Ponemos en otro cazo (a fuego medio) el queso, la nata, el azúcar, el zumo y la ralladura de naranja. Vamos removiendo hasta que todo quede completamente fundido y mezclado. Una vez tengamos la mezcla lista agregamos la crema de naranja que teníamos reservada y bajamos el fuego al mínimo.
  2. Mientras tenemos la mezcla anterior en el fuego ponemos a hidratar en un plato hondo con un poco de agua fría las hojas de gelatina.
  3. Cuando tengamos el contenido del cazo listo y caliente, agregamos bien escurridas las hojas de gelatina. Removemos bien y reservamos.
Montaje y cobertura:
  1. Recortamos la plancha de bizcocho a la medida exacta del plato del molde desmoldable. Cerramos el molde y vertemos la crema. Dejamos que cuaje en la nevera de un día para otro.
  2. Al día siguiente preparamos la cobertura: en un cazo ponemos a calentar el zumo de naranja, el agua, el azúcar y el Cointreau (como os dije, éste es opcional). Mientras se calienta a fuego bajo, ponemos a hidratar en un plato hondo con un un poco de agua fría las hojas de gelatina. Una vez tengamos el azúcar disuelto en el cazo, apartamos del fuego y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Removemos con la varilla hasta que se disuelvan por completo. Reservamos. Pelamos bien las narajas, eliminando la parte blanca. Las cortamos a rodajas de 1 cm. aproximadamente.
  3. Sacamos el molde de la nevera, en el que ya tendremos cuajada la tarta y colocamos por encima las rodajas de naranja, teniendo cuidado de que queden lo más ajustadas posible, pero sin "apretujarlas". Vertemos el contenido del cazo por encima, con cuidado de que no sobrepase la parte superior de las naranjas, o empezarán a flotar las rodajas y no os va a gustar nada de nada...jajajajaja. Posiblemente os sobre líquido en el cazo, pero lo desecháis y listos. Dejáis que cuaje unas 2 ó 3 horas más.
  4. Desmoldamos y ¡listo! Si queréis que el desmoldado aún sea más fácil, una vez esté cuajada la tarta la metéis en el congelador 1 hora y luego desmoldáis.
  5. Esta tarta semifría está genial, así que cuando la desmoldéis, o bien la dejáis en la nevera o bien un par de horas en el congelador. Os va a encantar de las 2 maneras. Vosotros elegís.
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Congelación: Sí, de 3 a 4 meses.

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