Y ¿cómo puede acabar esto?
Pues a ver... antes de empezar la pelea mi primo se encontraba todo mono e inocente sentado en el sofá. A media pelea es cuando lo vimos en el suelo soltando buena cosa de lagrimones.
Todo esto en cuestión de segundos. De lo que pasó después ya no me acuerdo (o no quiero acordarme...jejejejejeje) Pero bueno, aunque ya no (porque ya somos personas adultas, civilizadas y nos llevamos muy bien), cuando éramos pequeños mi hermano y yo nos cascábamos por todo...con el sucesivo cabreo de mis padres, que ya nos daban por imposibles.
Más de una vez, de viaje estival, ha parado mi padre el coche en seco en la carretera porque el tema ya se salía de madre y amenazaba con dejarnos allí con maletas y todo...Pobres padres lo que tienen que aguantar... Según ellos, por el retrovisor sólo se veían "patas largas" (las mías) y "puños" (los de mi hermano) arreándose sin ningún tipo de contemplación...Entiendo que conducir en esas condiciones saca de sus casillas al menos pintado. Pero bueno, salvo excepciones como esta, siempre nos hemos portado bastante bien :D, la verdad sea dicha...
28 años después llega una de las mejores tartas de queso que he probado, y aquí os la dejo para que juzguéis vosotros mismos.
Dificultad: apto hasta para el alma más descarriada en la cocina...
Tiempo de preparación aproximado: 30 minutos para preparar la base y la crema + 1 hora de horneado.
Raciones: 10-12
Molde: 23 cm. desmoldable
INGREDIENTES
Para la base:
- 1 rulo de galletas tipo digestive (unos 400g.)
- 100 g. de mantequilla
- 50 g. de almendra molida
Para la crema de queso:
- 6 huevos "M"
- 600 g. de queso para untar tipo Philadelphia
- 400 g. de nata para montar
- 200 g. de leche condensada
- 1 cucharada de las de desayuno de aroma de vainilla
- ralladura de un limón (ojo no cojáis de la parte blanca o amargará, por lo que la ralladura siempre la tenéis que hacer superficial)
Para la cobertura:
- 1 bote de mermelada de arándanos. (En mi caso de la marca Hero. Buena, buenísima...)