Este mes de noviembre ha sido a Eva, del blog Cuinant entre llibres, la anfitriona del reto Reposteras por Europa.
Fue ver el destino y decirme...Nena, madre mía del amor hermoso...pero si tú sólo conoces, y de oídas, ¡¡¡las famosas Kötbullar!!!, o lo que es lo mismo, las albóndigas que sirven en esa tienda de muebles y decoración que a mí me encanta, pero de la que mi madre no se cansa de decir que "ahí sólo venden tablones..."
Vaya si me ha tocado ponerme a investigar...y visto lo visto, creo que a este paso voy a probar tooooodas las tartas de manzana típicas de toooooodos los países europeos. Bueno, alguno se ha librado, no sé si porque no la habría en el país en cuestión, o porque habría encontrado otra cosa que me llamase más la atención (cosa rara, pero posible).
El caso es que esta tarta me pareció tan absoluta e irremediablemente irresistible que me he lanzado de cabeza a prepararla.
Pero claro, yo no soy objetiva.
Yo es oír la palabra manzana y empiezo a salivar en plan perro de Pavlov, que era oír la campana y salía disparado a recoger su premio...
No, pero en serio, los grandes amantes de los postres de manzana, ¡lo van a pasar en grande!
Dificultad: identificar la manzana reineta en el súper, es decir, ninguna.
Tiempo de preparación aproximado: 15 minutos + 40 minutos de horneado
Raciones: 12-14
Molde: desmoldable de 23 cm.
INGREDIENTES
- 150 g. de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 130 g. de azúcar
- 50 g. de harina de repostería
- 1/2 sobre de levadura química para repostería
- 1 pizca de sal
- 3 manzanas ácidas, preferiblemente de la variedad reineta
- 1 cucharada sopera rasa de azúcar moreno
- 1 cucharadita de desayuno rasa de canela
- zumo de medio limón
- azúcar glass para decorar